¡Cómo te echaba de menos “Maestría”! tras mucho tiempo sin escribir mis inquietudes, sin entrevistar a las caras conocidas y no tan conocidas del mundillo, llegó la hora de retomar dicha escritura, y más en esta época en la que nos encontramos…
Atrás quedó la temporada 2015, una temporada que nos ha dejado un sabor un tanto agridulce. Desafortunadamente el bello animal que tanto amamos se ha cobrado las vidas de muchos aficionados. Por su parte, muchos “políticos” han querido cortar de raíz nuestra fiesta del toro, nuestra cultura, privándonos de nuestras libertades.
Ya en diciembre, un mes en el que el soñar está permitido, y a pocos días de recibir con los brazos abiertos al nuevo año 2016, me permito la licencia de soñar…
Sueño con una temporada llena de tardes de gloria, con las plazas llenas de aficionados de los que destaquen la presencia de los niños con esa cara que irradia ilusión, porque ellos son el futuro de nuestra fiesta.
En mi sueño no tienen cabida los politicuchos que juegan con el trabajo de múltiples familias que se dedican a este mundo. Aquellos que por un puñado de votos vuelven la cara a los taurinos. ¡Cobardes e interesados todos ellos!
Una temporada en la que las grandes figuras no miran el encaste o el nombre de la ganadería para torear, sino que salen dispuestos a las plazas y torean, porque esa es la verdadera esencia.
Un año en el que el buen toreo, el respeto, y las tardes de triunfo brillen por encima de todo.
Sueños…sueños que con esfuerzo y perseverancia, algún día se convertirán en realidad.
Desde “Maestría y Elegancia” os deseo unas felices fiestas, y un año 2016 lleno de ilusiones y realidades. Hagamos que se respete el rey de la dehesa, y lo que es más importante, que nos respeten a nosotros. ¡Feliz Navidad taurinos!
Victoria
