No hay nada más bonito como el arte y la cultura, y todo arte es digno de ser contado. Enseñar a los más pequeños las raíces del toreo, verles disfrutar al coger un capote junto a los mayores exponentes de ese preciado arte, los toreros.
Esta vez ha sido el coso sevillano de La Maestranza, el cual ha sido testigo de cómo niños y jóvenes se empapaban del talento de diestros como Manuel Escribano, Esaú Fernández, Juan José Padilla…entre otros, que mostraban sus dotes toreras a unos aficionados totalmente entregados.
Una jornada de puertas abiertas que ha resultado todo un éxito, gracias a la gran afluencia de público que se acercó a presenciar el espectáculo.
Una bonita iniciativa que han tenido los empresarios, acercando el toreo de la mano de unos grandes. Ojalá se repita esta escena en más localidades españolas, para que así se difunda esta hermosa profesión, teniendo la suerte de sentir el toreo desde el albero, a base de clases magistrales.
Victoria
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