Después de la tormenta siempre llega la calma…tras el gran susto que se llevó Rubén Pinar, al ser volteado feamente por un astado, ayer los médicos le daban una noticia que entusiasmaría al joven. Tras varios días ingresado, en el día de ayer (19/12/2013) recibió el alta hospitalaria.
A su salida del hospital, en el rostro del diestro se podía observar la felicidad que le causaba esta noticia. El albaceteño reconocía que se encontraba en buen estado, y más al comprobar la buena respuesta que le habían dado sus piernas, ya que esto le inquietaba.
El torero ha podido comprobar en su carrera profesional, las dos vertientes que el toreo ofrece, la alegría que producen los triunfos en las buenas faenas, y su cara más amarga. Una cara que nadie elige una vez que pisa el ruedo, pero que está presente en muchos de los festejos sin que en ocasiones se pueda evitar.
Si hay algo que caracteriza a los buenos toreros es el valor y la perseverancia, nunca se tira la toalla por mucho que se tuerza la faena. Y esto es algo que sabe muy bien Rubén, el cual espera ansioso el momento de volver a tocar la arena de la plaza y poder vestirse de torero, aunque para ello, antes tendrá que recuperarse al 100% de sus lesiones.
Victoria
Fotografía via twitter: @RUBENPINARTOREA
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